El juez que obtuvo el primer permiso para telefonía en la ciudad de Neuquén

2023-03-15 17:38:53 By : Mr. Kim Xu

La autorización en la capital del territorio  le permitió a Manuel Bonet poder instalarse también en ciudades rionegrinas. En 1959 se instalaron las líneas para hablar con localidades vecinas. El Ejército ayudó a ampliarlas.

Elementos que se usaron en los primeros años del siglo pasado para la comunicación se exponen en el Museo Paraje Confluencia (Museo Paraje Confluencia)

El doctor Manuel Bonet, quien fuera juez letrado del Neuquén de 1907 a 1911, solicitó y obtuvo la concesión para instalar una empresa telefónica no solo en la entonces capital del territorio nacional del Neuquén sino en todas las localidades del vecino Alto Valle.

El decreto, con fecha 30 de diciembre de 1913, lo autorizaba a establecer dicho servicio con oficinas en General Roca, Cipolletti, Colonia Lucinda, Neuquén Capital y en aquellos puntos donde consiguiera de 20 a 30 abonados.

Según consignó el Museo Paraje Confluencia, a fines de 1914, diez años después del traslado de la capital, quedaron habilitadas las líneas de la ciudad y de las localidades vecinas.

En la central que funcionaba en la localidad, trabajaban las operadoras que frente a una pared metálica repleta de perillas, en la cual cambiaban de lugar los cables para concretar la comunicación.

Desde 1948 la capital se comunicaba con Zapala y Las Lajas. En 1959 la Compañía de Telecomunicaciones 181 del Ejército amplió el tendido de lineas, lo que permitió la integración de Neuquén al sistema nacional de telefonía.

Ese mismo año se inauguró la línea que comunicó con Mendoza y otras ciudades del norte argentino.

Hoy ya no existe el oficio del operador y el teléfono fijo sucumbió ante la llegada del telefono celular, que lo desplazo a tal punto que casi ya a desaparecido.

De ese periodo quedan algunos vestigios como en la esquina de las calles Rivadavia y Córdoba. Donde aún sigue en pie un poste de madera con sus cuatro travesaños de madera con los apoyos de los cables de teléfono.

Allí se aclarara que se trataba de un conducto monofilo de alambre de hierro galvanizado de 2,1 mm de diámetro, pudiendo variar a 1,7 mm en los tramos que derivaban en las viviendas particulares.

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